Café Misha

Bien sabemos que las propiedades del café son beneficiosas para la salud humana, recomendándose como consumo máximo cuatro tazas al día. En tal sentido el mercado nacional como internacional viene exigiendo distintos sabores y olores derivados del café.

Para ello el Fondo Agrario Perú del Ministerio de Agricultura a fin de promover dicha comercialización ha destinado 36 millones de soles para atender la cadena del cultivo de café en labores de rejuvenecimiento de plantaciones.

Al respecto, ésta actividad es muy bien aprovechada por varias asociaciones de mujeres ubicadas en Chanchamayo, Satipo y Oxapampa, localizado entre los 1,219.2 y  1,828.8 metros sobre el nivel del mar; no sólo con la producción del clásico café que todos conocemos sino también con la elaboración del café Misha.

Existen pocas empresas productoras de café misha

Por ejemplo en Chanchamayo existe una empresa agraria cafetalera que viene desarrollando esta actividad, cuya producción anual es de 450 kilogramos y su precio en el mercado internacional es de 1,400 dólares por kilo. Sólo se exporta a países como Francia, Suiza, Alemania, Finlandia, Italia y Estados Unidos. En éste último país se comercializa una taza de café a 79 dólares.

Con respecto al procesamiento del café Misha, éste se da a través de las cerezas maduras del café, que son consumidas por el coatí, proporcionándole un color y olor atrayente.

La primera etapa del procesamiento es seleccionar el coatí, éste se alimenta de la fruta del café; al consumirlo pasa el grano entero (sin masticarlo) y luego es desechado por el mismo.

Posteriormente, el desecho es lavado cuidadosamente, los granos son secados, molidos, pulidos y tostados. El secado se realiza con un avanzado deshidratador solar a 220º C.

Su valor agregado, el coatí al ingerir los frutos del café, activa la enzima protelítica filtrándose dentro del grano de café, fabricando rápidamente los péptidos y aminoácidos. Como resultado se tiene un alto aroma, con menos amargura y mejor cuerpo, llevando un gusto floral al paladar. 

Aquí tenemos una actividad comercial sostenible a través del biocomercio.